Una semana completa duró la investigación en terreno. La última coordinada por el ministro Carlos Aldana quien se acoge a jubilación en los próximos días.
Hoy finalizó la diligencia de búsqueda en el sector de Pemehue, ribera norte del río Renaico, comuna de Mulchén. Uno de los 52 sitios de interés que forma parte del catastro levantado por el equipo del Programa de Derechos Humanos, órgano ejecutor del Plan Nacional de Búsqueda.
La diligencia corresponde a la causa rol 01-2019 por denuncia de homicidio de Guillermo José Albornoz González, causa que lleva el ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de las jurisdicciones de Concepción y Chillán Carlos Aldana.
Fue el ministro quien en 2019 obtuvo la confesión de uno de los testigos de la causa. Por fin, después de 46 años se identificó el sitio en que estaría enterrado Guillermo José Albornoz González, detenido desaparecido desde el 6 de octubre de 1973.
Esta diligencia se realiza cinco años después de la primera investigación en terreno. Se trató de la última diligencia de búsqueda dirigida por el ministro Carlos Aldana, quien en los próximos días se acogerá a jubilación, por lo que fue también su despedida de los familiares. Tras veinte años dedicado a las causas de derechos humanos, remarcó el cambio de perspectiva de este último año.
“De acuerdo a lo que indica el Plan Nacional de Búsqueda estamos privilegiando conocer las circunstancias en que las personas desaparecieron. Bajo el prisma judicial uno normalmente investiga, busca hechores y determina responsabilidades y sanciones, pero los familiares quieren saber qué pasó con sus familiares desaparecidos. Si es posible ubicarlos… En ese contexto se han reabierto causas para hacer nuevas diligencias”, explicó.
Simbólico fue el hecho de que en un primer momento -producto de las características geofísicas del territorio-, el equipo técnico dudara de la exactitud de la información que arrojaban los instrumentos de localización, por lo que decidieron seguir las orientaciones de los familiares. Finalmente fueron ellos quienes dieron con las coordenadas para llegar al objetivo, a lo que le llaman “la fosa”.
En el lugar se logró ubicar la trinchera marcada hace cinco años durante la última diligencia. Ya en terreno se realizó una labor de despeje y luego se fueron excavando “trincheras” separadas por 50 cms. cada una. Solo el primer día se logró excavar varias de ellas, en 2019 se logró demarcar solo una.
El acompañamiento entre los funcionarios y los familiares fue mutuo. Mientras los equipos avanzaban delimitando cuadrillas y arenando el lugar, los familiares se mantenían presentes, se acercaban, preguntaban, analizaban…. Con la misma templanza y fortaleza con la que recibieron la noticia de que se retomaría la investigación después de cinco años. Pero esta vez con el apoyo del Estado y de sus órganos auxiliares, en el marco del Plan Nacional de Búsqueda.