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Especialistas trabajan en la elaboración de estrategias de participación y acompañamiento para familias de víctimas de desaparición forzada


 

El trabajo de búsqueda de personas víctimas de desaparición forzada durante la dictadura, será con y para los familiares y la ciudadanía. Este principio se incorpora en todas las acciones de trabajo: jurídicas y las no jurídicas.

 

El equipo del Programa de Derechos Humanos, órgano ejecutor del Plan Nacional de Búsqueda, se encuentra construyendo, de manera colaborativa y participativa, las estrategias y protocolos de atención para víctimas de desaparición forzada.

 

Con el apoyo de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica y de VioDemos- Instituto Milenio para la Investigación en Violencia y Democracia, se realizó la jornada de trabajo en la que participaron siete especialistas en el tema, quienes cuentan además con vasta experiencia en la construcción y mantención de relaciones inclusivas y sanadoras, desde el daño y la ausencia material del duelo.

 

María Luisa Sepúlveda, quien fuera vicepresidenta de la Comisión Valech I y presidenta de Comisión Valech II; Juan Jorge Michel Fariña de la Universidad de Buenos Aires, Argentina; Mauricio Landaeta del Departamento DD.HH y Género del ministerio de Salud; Elizabeth Lira, decana de la Facultad de Psicología de la Universidad Alberto Hurtado; María José Jorquera, jefa del Programa PRAIS; Hugo Rojas, investigador del Instituto Milenio y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado y Alejandro Reinoso, profesor de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica, participaron en la jornada de análisis y levantamiento de información.

 

Las primeras recomendaciones al borrador de contenidos del protocolo de participación y acceso a la información del Plan Nacional de Búsqueda y de intervención y acompañamiento psicosocial para familiares de víctimas, apuntaron a integrar en ellos la experiencia y el aporte del trabajo asociativo entre distintas disciplinas y diversidad generacional, tal como se está realizando hasta ahora.

 

También se consideró importante realizar un estudio previo que mida, a 50 años después, el estado de avance o retroceso que manifiestan las personas, directa o indirectamente vinculadas a la violación de los derechos humanos, especialmente respecto a la reparación y garantía de no repetición.

 

Porque las generaciones se han ido sobreponiendo unas a otras y por lo tanto, la incidencia de una u otra estrategia, debe ir de acuerdo a este momento.

 

Hubo consenso en cuanto a adoptar las medidas necesarias con el fin de evitar la revictimización, controlar las expectativas y atender que, el deseo de acceder a la información y de participar en los procesos de búsqueda, son conductas que hay que integrar y valorar porque no solo, se repara a través del acompañamiento, si no también cuando las familias de las víctimas se reconocen en su propia labor de búsqueda, citando el libro “La Búsqueda”, escrito por Cristóbal Jimeno y Daniela Mohor en el que la sanación surge cuando él se propone hacer su propia búsqueda y se apropia del derecho a hacerla.

 

Las evaluación y aportes seguirán siendo trabajados, en tanto, se sigue convocando a especialistas en el tema.

 

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