Los días 3 y 4 de agosto, familiares de las víctimas de desaparición forzada de Tocopilla y el equipo del Plan Nacional de Búsqueda de Verdad y Justicia, con el apoyo de ONG Rescate Atacama y el Programa de Reparación y Atención en Salud PRAIS, llevaron a cabo nuevas diligencias en la mina “La Veleidosa”, ubicada en la región de Antofagasta. Estas acciones marcan un paso crucial en la búsqueda de justicia y verdad para las víctimas.
A pesar de haberse iniciado las diligencias en la mina en los años noventa, los antecedentes de las investigaciones han señalado la necesidad imperiosa de continuar la búsqueda. Uno de los objetivos es hallar la totalidad de los restos humanos de las personas aún no encontradas y de las ya identificadas anteriormente.
Además, también existe la posibilidad de descubrir víctimas que no estaban registradas como desaparecidas en dicha región en la época de los hechos, incluida una mujer, de acuerdo con testimonios de la causa.
La búsqueda de 1990, limitada por la falta de recursos y tecnología, refuerza la relevancia de reiniciar las diligencias con los medios avanzados disponibles hoy.
Contexto del Plan Nacional de Búsqueda
En el marco de la implementación del Plan Nacional de Búsqueda, política de Estado formalizada el 30 de agosto de 2023, se presentó en enero de ese año una querella por los delitos de inhumación y exhumación ilegal en perjuicio de Claudio Rómulo Tognola Ríos, Luis Orocimbo Segovia Villalobos, Carlos Miguel Garay Benavides, Agustín de la Cruz Villarroel Carmona, Luis Alberto Gómez Cerda, Vitalio Orlando Mutarello Soza y Manuel del Carmen Muñoz Cornejo.
Dicha querella fue acogida favorablemente, instruyéndose un sumario en causa Rol N°64-2016 B, por el ministro en visita extraordinaria de la Corte de Apelaciones de La Serena Vicente Hormazábal, actualmente la causa está a cargo del ministro Sergio Troncoso.
Fue así como en julio de 2023, se reiniciaron las diligencias, que continúan con la esperanza de lograr justicia y cierre para las familias de las víctimas.
Avances en la búsqueda
El equipo de la ONG Rescate Atacama que trabajó este fin de semana logró un avance significativo al cumplir el objetivo de la primera fase, consistente en inspección, medidas y determinación de puntos de anclaje para la instalación de escaleras al interior del pique de la mina, permitiendo así el descenso y la exploración efectiva de las profundidades en las próximas etapas.
Tras la instalación del escalerado, se procederá a la prospección forense y al análisis antropológico y genético de las evidencias que puedan ser encontradas.
A pesar de estos avances, aún resulta complejo proyectar un diagnóstico preciso sobre la viabilidad de nuevas exploraciones porque la mina continuó siendo explotada en los años posteriores a los crímenes y a la búsqueda en los años noventa, lo que ha modificado su estructura interna.
Antecedentes de la búsqueda.
Encabezada por los familiares de las víctimas, la búsqueda comenzó inmediatamente después de las detenciones. Sin embargo, los primeros resultados llegaron veinte años después, con la presentación de una querella por ‘inhumación y exhumación ilegal de cadáveres, incendio, muerte y otros’ interpuesta por la Comisión de Derechos Humanos de Tocopilla a principios de los años ‘90.
Entre agosto y septiembre de 1990, pese a la falta de recursos, el magistrado Jorge Cortés Monroy dirigió varias diligencias en la mina y logró la exhumación de los restos parciales de Carlos Garay Benavides, Luis Segovia Villalobos y Agustín Villarroel Carmona, los que fueron entregados a sus familias en octubre.
“Sí, en octubre de 1990 le entregaron un brazo a mi mamá y más de un año después, otra parte del cuerpo. Recién en el 2000 nos enteramos de que en la urna, junto a sus restos, también estaban los restos de las otras víctimas… En ese año, con la querella que presentó Ivonne Villalobos, prima Luis Segovia, se pudo exhumar, pero no fue hasta el 2022 que pudimos saber la verdad…”, precisó Adriana Garay Benavides, hermana de Carlos Garay, al referirse al largo y doloroso proceso que tuvieron que vivir.
También en octubre se encontró a Claudio Rómulo Tognola Ríos. “El hallazgo de mi papá se produjo en octubre. Encontraron solo su mano izquierda y fue por azar porque ocurrió el mismo día en que terminó la búsqueda… por eso quiero agotar las posibilidades, siento que podemos encontrar más y porque a esta altura de la vida, mis compañeras de búsqueda ya son parte de mi familia”, explica Paola, hija del médico Claudio Tognola y miembro de la Agrupación de Familiares de Víctimas de Tocopilla.
En el año 2000, Adriana Benavides presentó una querella por secuestro agravado, lesiones y asociación ilícita, iniciándose así la causa Rol N° 2182-1998 “Episodio Tocopilla”, bajo la instrucción del juez Juan Guzmán Tapia.
En ese contexto, pirquineros de la zona entregaron al ministro un presupuesto para abrir la mina, pero Guzmán no logró la asignación de esos fondos.